El sábado de la victoria sportinguista ante el Sevilla CF, horas
antes del partido, mucha gente con el sentimiento interior e insuperable que
dice que el Sporting va a ganar siempre, podía tener el temor de verse con
medio pie en segunda división si no se cumplían sus deseos.
Si el partido
hubiese transcurrido por los derroteros pensados por cualquiera ajeno al
sentimiento que genera este club, estaríamos hablando de que el Sevilla (por su
"supuesta" superioridad, que no intensidad) habría ganado a un
combativo Sporting. Dejándolo a la misma distancia de la salvación que tenía
antes del partido pero hundido por tener menos tiempo para salir del pozo y
tocado porque el "Efecto Clemente" seguiría sin lograr victorias.
Con todo ello la
semana se volvería más larga de lo normal dando un cariz de "final a vida
o muerte" al partido en Granada. Se cuestionaría la llegada del míster, se
cuestionaría (otra vez) a algunos jugadores que podrían sentir más
"presión" de la debida. La prensa probablemente agudizaría la
situación con alguna declaración de personajes extradeportivos.., en
definitiva, un mal clima para trabajar y rehacerse de la dura estocada.
Pero para la
alegría local, el equipo sufrió, luchó y consiguió ganar merecidamente el
partido y la coyuntura en Liga, aunque sigue siendo difícil y costosa, se
avista más despejada. Ahora los ánimos y la moral están desbordados (por la
necesidad de salir del descenso y lo que se sufrió para llegar a donde se está)
y somos muchos los que vemos factible ganar en tierras granadinas o cuanto menos
empatar, como mayor de los males.
Creo que los
pequeños detalles, que no escapan a la sabiduría del "Rubio de
Baracaldo", son clave para que un equipo menos cualificado que sus
competidores consiga tener mejor rendimiento. Como el ejemplo del canterano
Gálvez.
Alex Gálvez
despachó un partido sobresaliente. El míster le dijo que intentara "sacar
a Reyes de sus casilllas". Pues ese mensaje tan simple y tan clave para el
desarrollo del encuentro lo ejecutó perfectamente ya que Reyes fue sustituido
en el minuto 67, jugando un mal partido, y a los pocos días en prensa se pudo
leer que tanto el entrenador como del Nido le dieron un toque de atención por
no asumir galones en partidos duros y complicados como lo fue el de El Molinón.
Ese ejemplo; Pedro
Orfila acosando a Cesc en Barcelona, ahogando sus llegadas y trastabillando el
poderoso juego culé, creando nerviosismo en sus jugadores; la seguridad que
ahora transmite la defensa en el balón parado (tema Alcácer, uf...) y hasta la
confianza en crear peligro en ataque... son pequeños matices que pueden
reportar mucho beneficio al equipo, ya sean transformados en puntos o en
mejorar la dinámica y el juego.
El partido de esta
semana puede significar dos cosas: seguir caminando hacia un destino con más o
menos ventaja o dar un salto hacia atrás y tirar los 5 puntos de 12 obtenidos
ante rivales complicados.
Otro capítulo será la semana con partidos ligueros de por medio en la que espero y creo que el Sporting conseguirá salir de los tres últimos puestos, otra batalla será la de escapar para no volver a caer por esos lares en lo que queda de temporada.
Otro capítulo será la semana con partidos ligueros de por medio en la que espero y creo que el Sporting conseguirá salir de los tres últimos puestos, otra batalla será la de escapar para no volver a caer por esos lares en lo que queda de temporada.
Héctor Blanco Arango @Arangohb
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